lunes, 12 de octubre de 2009

SEGUIRTE EN LA OSCURIDAD.


Amor mío si algún día muriésemos, trataría de estar siempre tras de ti. Te seguiría en la oscuridad

No iría hacia la cegadora luz ni deambularía por los túneles que desembocan en puertas de blanco color. Nuestras manos se entrelazarían en la penumbra esperando a la pista de una chispa.

Si el cielo y el infierno deciden que ambos están satisfechos ya de almas de enamorados nos iluminarían dejando nuestras plazas vacantes

Si no hay nadie a tu lado cuando tu alma se embarque por el río de la muerte, correría para seguirte en la oscuridad.

En las escuelas católicas nos enseñaron como viciosa norma que el camino ha de ser solitario, nos premiaron con nudillos heridos, porque el miedo había de ser el corazón del amor… así pues, nunca regresé a aquel redil.

Si el cielo y el infierno deciden que ambos están satisfechos ya de almas de enamorados nos iluminarían dejando nuestras plazas vacantes.

Si no hay nadie a tu lado cuando tu alma se embarque por el río de la muerte, correría para seguirte en la oscuridad.

Hemos visto de todo, desde Tokio a Buenos Aires. Las suelas de nuestros zapatos se han desgastado. Ya es la hora de dormir, no hay nada por lo que llorar, no existe causa alguna para celebrar sino es en lo oscuro de una habitación.

Si el cielo y el infierno deciden que ambos están satisfechos ya de almas de enamorados nos iluminarían dejando nuestras plazas vacantes.

Si no hay nadie a tu lado cuando tu alma se embarque por el río de la muerte, correría para seguirte en la oscuridad.

Voy a seguirte en la oscuridad.
Voy a seguirte en la oscuridad.

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